La OMS quiere acabar con las violaciones de DDHH en la psiquiatría
Los servicios de atención a la salud mental en Europa y en todo el mundo se siguen prestando principalmente en pabellones y hospitales psiquiátricos. Como está documentando The European Times, los abusos de los derechos humanos y las prácticas coercitivas en estos centros son habituales. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en un nuevo material de orientación publicado esta semana, demuestra que la prestación de una atención de salud mental basada en la comunidad, que respete los derechos humanos y se centre en la recuperación, está resultando satisfactoria y rentable.
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La atención de salud mental recomendada en las nuevas orientaciones de la OMS debe estar situada en la comunidad y no solo debe abarcar la atención de salud mental, sino también el apoyo para la vida cotidiana, como facilitar el acceso al alojamiento y los vínculos con los servicios de educación y empleo.
Las nuevas “Orientaciones sobre los servicios comunitarios de salud mental: promoción de enfoques centrados en la persona y basados en los derechos” de la OMS afirman además que la atención de la salud mental debe basarse en un enfoque basado en los derechos humanos, tal como recomienda el Plan de Acción Integral de Salud Mental 2020-2030 de la OMS, aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2021.
Se requiere una transición rápida hacia servicios de salud mental rediseñados
“Esta nueva y exhaustiva orientación proporciona un argumento sólido para una transición mucho más rápida de los servicios de salud mental que utilizan la coerción y se centran casi exclusivamente en el uso de la medicación para manejar los síntomas de las condiciones de salud mental, a un enfoque más holístico que tiene en cuenta las circunstancias específicas y los deseos del individuo y ofrece una variedad de enfoques para el tratamiento y el apoyo”, dijo la Dra. Michelle Funk del Departamento de Salud Mental y Uso de Sustancias, quien dirigió el desarrollo de la orientación.
Desde la adopción de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) en 2006, un número creciente de países ha tratado de reformar sus leyes, políticas y servicios relacionados con la atención a la salud mental. Todos los países europeos han firmado y ratificado esta Convención. Sin embargo, hasta la fecha, son pocos los países que han establecido los marcos necesarios para cumplir los profundos cambios que exigen las normas internacionales de derechos humanos.
Los informes de todo el mundo ponen de manifiesto que los graves abusos de los derechos humanos y las prácticas coercitivas siguen siendo demasiado comunes en países de todos los niveles de renta. Algunos ejemplos son el ingreso forzoso y el tratamiento forzado; la contención manual, física y química; las condiciones de vida insalubres y los abusos físicos y verbales.
La mayor parte de los presupuestos gubernamentales de salud mental sigue destinándose a los hospitales psiquiátricos
Según las últimas estimaciones de la OMS, los gobiernos destinan menos del 2% de sus presupuestos sanitarios a la salud mental. Además, la mayor parte del gasto declarado en salud mental se destina a los hospitales psiquiátricos, excepto en los países de ingresos altos, donde la cifra ronda el 43%.
La nueva guía, dirigida principalmente a las personas responsables de organizar y gestionar la atención de salud mental, presenta detalles de lo que se requiere en áreas como la legislación, la política y la estrategia de salud mental, la prestación de servicios, la financiación, el desarrollo de la fuerza de trabajo y la participación de la sociedad civil para que los servicios de salud mental cumplan con la CDPD.
Incluye ejemplos de países como Brasil, India, Kenia, Myanmar, Nueva Zelanda, Noruega y el Reino Unido de servicios de salud mental basados en la comunidad que han demostrado buenas prácticas respecto a las prácticas no coercitivas, la inclusión de la comunidad y el respeto de la capacidad legal de las personas (es decir, el derecho a tomar decisiones sobre su tratamiento y su vida).
Los servicios incluyen el apoyo en caso de crisis, los servicios de salud mental prestados dentro de los hospitales generales, los servicios de extensión, los enfoques de vida asistida y el apoyo prestado por los grupos de pares. Se incluye información sobre la financiación y los resultados de las evaluaciones de los servicios presentados. Las comparaciones de costes realizadas indican que los servicios comunitarios presentados producen buenos resultados, son los preferidos por los usuarios y pueden prestarse a un coste comparable al de los servicios generales de salud mental.
“La transformación de la prestación de servicios de salud mental debe, sin embargo, ir acompañada de cambios significativos en el sector social”, dijo Gerard Quinn, Relator Especial de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. “Hasta que eso ocurra, continuará la discriminación que impide a las personas con problemas de salud mental llevar una vida plena y productiva”.